El terrado del edificio me pareció el lugar ideal para empezar el dia, para hacer mis secas abluciones, para iniciar mi rutina. El terrado, reducto olvidado por todos y recien recuperado por mi, posee casi todo lo que necesito:de una parte la soledad, la calma, el silencio, de otra el mar a lo lejos, montañas redondas , campanarios enhiestos, el sol y la brisa y ahora yo, también.
Respiro, cierro los ojos y a través de mis párpados veo la nada , que tal vez es todo, y siento murmullos lejanos, terrestres, incompletos. El cielo aquí, me atrapa , me subyuga en su seno sin limites, de matices y de velos . Y ahora el sol, que aunque temprano ya es ardiente, se recorta en una nube pasajera que lo tapa y me ofrece una imagen diferente. De repente, un vencejo que se eleva muy, muy alto, forma una nueva composición en mi retina , y sol , pajaro y nube me parecen por un momento, todo lo que necesito para ser feliz.
Y tal vez solo se necesite eso para serlo...Hermoso post.Besos***
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