Chernóbil arde aún
Su envenenada llama
circulando en silencio
por las espigas y los ojos
los peces y las motas de polvo
que bailan
-gráciles-
en el aire de agosto
rastreando el camino
a los pulmones, el cerebro,
los huesos.
Arde Chernóbil ,
lo hará por siglos
como Kishtim
perpetuando el mal
en la tierna carne
de los niños.
Jovencito estúpido
dile a una víctima
que la nuclear
es energía limpia…
Dilo ahí, en Chernóbil
(si te atreves)
O mejor,
dilo en Hiroshima
en cuya memoria yacen
la agonía y el grito.
Llaga del mundo
no curarás jamás
si se cierran los ojos
a tanta evidencia
Una ventana abierta al apocalipsis es más que suficiente
Susan Wright-Robert Sinsheimer
Boletín de científicos atómicos.
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