Ocho
de la mañana. Verano
Nadie
en la playa aún, sólo algún madrugador paseante.
Estiro
mi espalda, mis brazos.
Respiro.
Luego
el baño. Sola.
Dibujo
círculos en el agua con fuerza de turbina.
Increíbles
los dibujos del agua al saltar.
Increíble
la belleza de la hora sola.